Allí se concluye que: “El Financial Stability Board recientemente anunció la implementación del nuevo requerimiento para la Capacidad Total de Absorción de Pérdidas (TLAC) de entidades financieras sistémicamente importantes a nivel global (G-SIFIs), el cual entrará en vigencia en el año 2019 y aplicará para 27 G-SIFIs. Localmente, la adopción de estándares globales de regulación aún exhibe dos aristas adicionales, particularmente en el frente de holdings financieros: i) los mayores requerimientos de capital para las entidades potencialmente sistémicas (SIFIs); y ii) la supervisión de conglomerados financieros. Dichas medidas, particularmente los mayores requerimientos para SIFIs, se traducirán en recursos adicionales que deberá allegar la banca local. Cabe mencionar que la exigencia de estos recursos viene a sumarse a la excesiva carga tributaria que ya enfrenta el sector bancario en Colombia, donde la tasa efectiva de tributación respecto a las utilidades (incluyendo Impo-renta, Impo-riqueza y CREE, según la Ley 1739 de 2014) para un banco de tamaño promedio estará aumentando del 50.8% en 2014 al 53% durante 2015-2016. Más aún, al extinguirse el Impo-riqueza, dicha carga tributaria quedará tan alta como un 46.6% en 2018.”
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